sábado, 8 de enero de 2011

B.S,O. El sentimiento hecho música

Muchos me tacharán de hereje, otros dirán que he perdido la cabeza, y otros tantos , los menos, se alegrarán de oír la siguiente afirmación: Para mí, la continuación de los grandes genios de la música clásica, de los grandes maestros compositores que parece que murieron a principio del siglo XX, no son los compositores serialistas o dodecafonistas, o cualquiera de las vanguardias musicales de los siglos XX y XXI, para mí la continuación de esos creadores de sentimientos por medio de acordes y melodías son los compositores de bandas sonoras. Sí, ni Schoenberg, ni Berg, ni Boulez, ni mucho menos los que vienen después, sino Williams, Horner, Zimmer y un largo etc. Y no, no me he vuelto loco, no reniego de la historia de la música, simplemente necesitaba formular una teoría, unos pensamientos que me vienen a la cabeza cada vez que escucho una B.S.O.
Dicen, que la música clásica decimonónica desembocó en las vanguardias porque según los creadores de estas corrientes ya no había mucho más que expresar con los recursos preexistentes, y por eso era la hora de un cambio, de un lenguaje nuevo, para así poder evocar nuevos sentimientos. Pero en esa premisa es donde para mi gusto reside el error. Es verdad que no habrá más Beethovenes ni más Mozarts ni Tchaikovskys… pero no es cierto que el manantial musical tonal se hubiera agotado, no es cierto que ya no se podía expresar nada nuevo, no es cierto que no se pueda llegar al corazón con esos acordes tan “manidos”. O sino, como se explica que cada vez que escucho la gran tetralogía de Indiana Jones se me pongan los pelos de punta, o porque cada vez que me hablan de Gladiator me emociono al imaginármelo en medio del Coliseo mientras suena Honor Hym y el publico grita su nombre mientras él desfallece. Quien diga que no se puede expresar con los recursos musicales existentes es que no ha escuchado el tema central de Naufrago, de Alan Silvestri, que no te puede hacer sentir más solo, o ¿Qué decir del clásico Tiburón? que no daría ni la mitad de miedo si no fuera por esa segunda menor que tan bien explota John Williams, ¿¿Eso no es expresar?? ¿Y Forrest gump, que gracias a Alan Silvestri es más tierno aún? y ¿Qué sería de William Wallace si no hubiera existido James Horner para ponerle música a Brave heart? sería una gran peli, sin duda, pero no la misma. Pero no necesitamos irnos tan lejos, ¿A quién no se le ponen los pelos de punta al oír el tema de la Película 13 Rosas de Roque Baños, mientras son conducidas al paredón? ¿O la obra maestra de música intimista de Amenábar en su propia película Mar adentro? que encima cuenta con el gran Carlos Núñez.
Porque esa es otra, si la música de carácter tonal hubiera dejado de interesar o de transmitir ¿Alguien cree que los mejores músicos de primera fila grabarían Soundtrack? Porque desde luego a mi me resulta increíble ver como Perlman corre cada vez que le requiere Williams para hacer Memorias de una Geisha junto con Yo Yo Ma, aunque ya hubieran participado en otros dos peliculones por separado como son La lista de Schindler o Siete años en el Tíbet, y lo mejor de todo es que no son los únicos, ni tampoco los primero, ni serán los últimos, como ya demostró Sterm, sin el cual no habría Violinista en el Tejado, o como lo hacen ahora Hilary Hahn que otorga ese aura misteriosa a la música de El Bosque, o Joshua Bell, sin el cual no habría ningún Violín Rojo, Ladies In Lavender o Ángeles y Demonios.

La música de cine es emoción por doquier, o al menos para mí, pues nunca me he sentido tan patriótico como escuchando el himno de Salvar al Soldado Ryan, y nunca me he sentido tan religioso como escuchando el Kyrie For Magdalena del maestro Zimmer para el Código Da Vinci, así como nunca he estado tan cerca de volar como escuchando Buckbeak`s Flight, o más cerca de las estrellas que al escuchar Across de Stars, o Draco, por ejemplo.
Porque resulta que la música de cine tiene infinitos recursos, al igual que el mismísimo cine, o sino ¿Qué me decís de la música de fantasía? ¿Quien no quiere ir al País del Nunca Jamás al escuchar Hook? ¿O a Narnia al escuchar su banda sonora?, o ¿Quien no quiere cruzar a Terabithia con Aaron Zigman, tras haber volado con Éragon gracias a Patryck Doyle? Tal y como me refiero a la fantasía me refiero a la ficción, como la Guerra de las Galaxias o Avatar, a las historias ambientadas, como Leyendas de Pasión, o a los Thriller de Gangsters convirtiéndote en Vito Corleone al escuchar a Nino Rotta. Histórica, descubriendo América junto a Vangelis, por no hablar de correr escuchando Carros de Fuego. ¿Quién no ha soñado ser el último Mohicano y correr monte arriba mientras suena The Kiss, para adentrarte en las praderas de Rohan y escuchar a Howard Shore? ¿O ser Clint Eastwood y poder silbar a Morricone y sus celebres melodías del oeste, El Bueno el Feo y el Malo, Por un puñado de dólares… ¿Quién no ha querido luchar junto a Jack Sparrow o junto a Harry Potter guiado por los sentimientos de la música de Zimmer o Nicholas Hooper? Estoy convencido de que Shakespeare no se enamoraría de Viola si no fuera por Gavyn Wright y Nick Ingman, así como tantos otros amores no habrían llegado a materializarse si no hubiera sido por las preciosas melodías de Rachel Portman como en La Casa del Lago, o Las Normas de la Casa de la Sidra, la Leyenda de Bagger Vance… ¿Quién no querría ser Joe Black si l banda sonora de su vida fuera compuesta por Thomas Newman? ¿Quién no ha llorado a moco tendido escuchando Memorias de África, Amistad, o EL Diario de Noa, Millon Dólar Baby, u Ocaso?
Y es que parece fácil, pero no lo es en absoluto, el hecho de componer contra reloj y con el reloj, una melodía que dure el tiempo justo de la escena, que complemente pero que no destaque, que ayude a que la trama avance pero sin entorpecer, que se adapte a lo que el director quiera, a lo que el espectador busca, a lo que la película demanda…y que pese a todo se convierta en una melodía que identifique a la película, que cuando suene un salto de quinta justa la gente piense en Superman, que cuando suene una celesta la gente piense en Harry Potter…
¿Alguien se imagina a Simba sin cantar? ¿O a Múscules…digo Hércules? A Aladín, Bella, Baloo, Aurora, Ariel… Parece que Disney o Pixar no tienen Música, pero los grandes también escriben para la animación, y grandes páginas de música como la de Alan Merken para El Jorobado de Notre Dame, o Randy Newman en Cars. James Horner escribió Balto y Rex, Silvestri, Polar Exprés, Zimmer, el Rey León ¿Y de la nueva animación? Pues para eso está por ejemplo Danny Elfman para la Novia Cadáver.
Hay rotos para todos los descosidos, hay estilos para todos los gustos, hay compositores para todos los tipos de bso y bso para todas las pelis. ¿Cuántas pelis se hacen al año? ¿Miles? Por lo tanto miles de Bso, y muchas aún por descubrir y por componer… ¿Quién dice que la Música tonal se ha acabado?

No hay comentarios:

Publicar un comentario